Cristina, está feliz con su casa de familia en Australia

Cristina, es venezolana y está estudiando en nuestra escuela Kaplan Sydney.  Ella postuló a su casa de familia en un concurso, que se hizó en las escuelas de Australia, para elegir a la mejor familia anfitiriona. La buena noticia es que ella fue la ganadora de este concurso.

A continuación nos cuenta detalles de cómo ha sido la experiencia con su mamá anfitriona:

Cristina, con su mamá anfitriona

“Mi casa de familia es sólo una persona, ella es Wendy Bleekmolen, ella es viuda y no tiene hijos. Su esposo murió hace un tiempo, pero ella ha continuado el legado que empezaron juntos. En la casa ahora hay un estudiante alemán, se llama Tobías y vive con nosotras.

Con ella se han quedado  100 estudiantes  hasta ahora, yo soy la número 101. Ella siempre trata de hacer felices y cómodos a todos los estudiantes. Cuando llegué a Australia, mi primera preocupación era sobre cómo sería la casa de familia, ¿tendré suerte o no? Muchas cosas pasaron por mi mente, pero ahora puedo decirles que he sido afortunada desde el primer día que llegué. Ella siempre tiene una sonrisa en su cara y ríe conmigo todo el tiempo. Para mi primer desayuno aquí, me llevó a compartir con sus amigos, hacia un día hermoso, luego fuimos a celebrar el “Australia Day”. Luego fuimos a tomar una copa de té y torta en un café súper lindo.

El domingo antes de empezar clases, ella fue conmigo y me enseño el camino a la escuela y cómo debía tomar el auto bus, el tren para llegar a Kaplan y la ruta para regresar a casa.

Ella es la persona más amable y generosa, le pregunta a todos los estudiantes qué tipo de comida nos gusta o no, para cocinarnos. A veces hasta prepara 2 tipos de comida y hace unos postres deliciosos. A Wendy, le encanta coleccionar recetas para nosotros y cocinar nuevos platos.

Algo que me encanta de ella es que puede hablar muchísimo, no para jaja! Eso es muy bueno para practicar y mejorar mi inglés. Cuando digo algo mal ella me corrige y me enseña en una pizarra, nos está enseñando cosas nuevas a diario.
Lo mejor es que cuando necesitas algún consejo sobre Sydney, lugares a donde ir o recomendaciones, ella te enseña la forma de llegar.
Se preocupa mucho por nosotros, si estamos bien, si dormiremos en casa, siempre estamos en contacto con ella, bien sea llamando o dejando un mensaje.
El otro día necesitaba ir a la iglesia, y ella me enseñó cómo ir, el domingo siguiente me llevo y me busco luego de vuelta.

Cuando estamos aburridos ella nos trae una película para ver. Un día vimos toda la serie de Downton Abbey, otro día me dejo en el cuarto un montón de mis flores favoritas. Me cambia la cama todas las semanas, y ayer me puso un calentador especial en la cama, porque estos últimos días he tenido frío. Hay tantas otras cosas que se me olvida ahora mencionar.
No me importa si debo pasar más tiempo en el tren o auto bus cada día para ir a la escuela o regresar a casa, porque no quiero cambiar mi casa de familia por otra. La casa es acogedora como un hogar, es limpia, espaciosa y tiene todo lo que necesito. No encontraré una casa mejor que esta.

Cada día que nos sentamos juntos en el comedor, es no sólo para comer es también conversar sobre como fue el día, nuestras historias, preocupaciones y en el desayuno es el momento para hablar de nuestros planes del día. En la mesa compartimos y hablamos sobre nuestras vidas.

Ella debería ganar esta competencia porque es mi forma de agradecerle por todo lo que ha hecho por mí y los demás estudiantes. Ella me ha hecho sentir como en mi hogar.”

Wendy, cocinando pizza en casa.

¿Qué te pareció la historia de Cristina? ¿Te animarías a vivir tu experiencia en una casa de familia local?

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